El éxito

El éxito ha sido definido de muchas formas. Mucha gente confunde el tener dinero con eles ser exitoso y esas cosas no tienen nada que ver la una con la otra. Por ejemplo, el chapo Guzman tiene mucho dinero y no por eso vamos a decier que es una persona exitosa.

Una de las mejores definiciones del éxito que he encontrado la dio el Dr. Andres Panasiuk en su libro 7 secretos para el éxito, donde dice que: el éxito no es una “cumbre” sino un “camino”. No llegas al éxito, caminas exitosamente. Y Esto va muy de acuerdo con el axioma del éxito de Rory Vaden que dice: El éxito no se compra, se alquila. Y la renta de ese alquiler se vence cada día.

O sea, que son las pequeñas cosas  que hacemos cada día las que nos permiten caminar exitosamente o no. El éxito no es como una cima a la que llegamos y una vez llegamos a ella ya de ahí no nos baja nadie. Si el éxito fuera una cima nos dariamos cuenta de que del otro lado lo que hay es un precipicio. Pero la realidad es que es un camino en el que cada dia hacemos lo necesario para lograr el éxito ese día.

El factor determinante

Muchas veces al preguntarle a una persona que porque no obtuvo la meta que se fijo es probable que la respuesta sea: No logre mi meta porque no tuve los recursos necesarios. No tuve suficiente dinero. No tuve suficiente tiempo. No tuve la tecnología correcta. No tuve el supervisor correcto. Y es posible que eso sea cierto, es posible que no hayas tenido esos recursos, pero ese no es el factor determinante.

El factor determinante no es la falta de recursos, sino la falta de ingenio. El problema es, la falta de ingenio necesario para ser capaz de enfrentar rápidamente y de forma efectiva las dificultades que se te presentan. El problema es que tenemos mala memoria y se nos olvidan los detalles importantes como el pequeño gran detalle de que: Si no te gusta el trabajo que tienes, cámbialo. Si no te gusta tu negocio, cámbialo. Si no te gusta cómo te sientes, cámbialo.

Se nos olvida que tenemos el poder de decidir y podemos escoger decir basta, hasta aquí, ya no más  y cambiar lo que sea que hemos estado viviendo en el pasado. Es importante recordar que tu pasado no determina tu futuro. De la injusticia más horrible y profunda puede salir algo bueno y aun grandioso.

Lo que si puedes controlar

Lo que nos sucede en la vida son solo el diez por ciento de la ecuación. Nuestra respuesta a lo que sucede es el otro noventa por ciento.  Es probable que hayas tenido una niñez horrible o tal vez alguien en quien confiabas te traicionó hace un tiempo atrás. Esos eventos no tienen por qué determinar el que tu vida sea un fracaso. Es tu respuesta a esos eventos lo que hace la diferencia.

Recuerda que no podemos controlar eventos, ni podemos controlar a las personas, pero podemos controlar lo que la vida significa para nosotros. Y las personas más exitosas del mundo son las personas que toman control de eso.