La Navidad no es solo para recibir

Normalmente no escribo en sábado, pero como estamos en la época de navidad voy a hacer una excepción. Faltan solo un par de días para la navidad y hay quienes esperaban que los mayas le hubieran atinado a lo del fin del mundo, para no tener que enfrentar el estrés de las compras de último minuto.

Los centros comerciales son zonas de guerra. Anoche estaba hablando con un amigo que me comentó, de cómo una persona le atravesó el carro para quitarle el estacionamiento que él estaba esperando… Ah, la belleza de la navidad. Yo admiro a las almas valientes que se aventuran a salir a los centros comerciales en estos días.

Lo que me lleva a pensar en la cantidad de dinero que vamos a gastar esta navidad. Yo se que para muchos ya es tarde. Ya llevaron al máximo todas sus tarjetas de crédito y algunos hasta están pensando ir a buscar un préstamo de día de pago para poder comprar los regalos que “tienen que comprar”.

Aun si ya te embrollaste, al el punto de haber hipotecado hasta el alma, todavía hay esperanza. En enero vamos a hablar de cómo lidiar con las consecuencias del huracán navidad (que hace que el huracán Sandi se vea como un bebe recién nacido).

Pero aun, si ya estas embrollado, todavía puedes hacer de esta una navidad productiva.

A pesar de que todos sabemos que el punto de la navidad, no es el comprar regalos, la mayor parte de nosotros solo nos enfocamos en eso. Y creo que al hacerlo estamos perdiendo una oportunidad importante de enseñarles a nuestros hijos la bendición que hay en el dar.

Mis hijos tienen 22, 18, 10 y 7 años respectivamente. Como familia ayudamos a organizar un evento para recolectar regalos para niños que son parte del sistema de foster care (niños que están en cuidado temporal con el gobierno) Este evento nos permite ver la increíble generosidad de nuestra gente.

Esto lo hemos hecho por los últimos cuatro años. Pero este año alguien me hizo un comentario que realmente me impactó. Veras, el proceso de recolectar los regalos toma varias semanas y por los últimos 2 años, por no tener otro lugar donde almacenar los regalos, los hemos tenido en nuestra casa. Lo que quiere decir que nuestra sala y parte del comedor estuvieron fuera de servicio por dos semanas (amo a mi esposa por soportar esas cosas).

Este año, alguien nos preguntó ¿si a nuestros hijos no les molestaba el ver cientos de regalos en la casa que no eran para ellos, cuando ellos iban a recibir solo dos o tres regalos? Honestamente a mí nunca se me había ocurrido esto. En especial al pensar que los dos pequeños tenían 8 y 4 años cuando los regalos comenzaron a llegar a la casa.

Una respuesta que me sorprendió

Yo no recuerdo que mis hijos se hayan quejado acerca de los regalos, así que decidí preguntarles. La respuesta realmente me impactó. Claro que ellos quisieran cientos de regalos para navidad (lo que me dejo saber que son normales), pero ellos saben que esos regalos son para niños que no tienen papá y mamá y ellos los necesitan más (lo que me saco un par de lagrimas, aparte de llenarme de orgullo).

Ellos lo entienden, ellos saben que la navidad no es solamente el comprar cosas que deseamos tener. Y escribo esto no para hacer énfasis en lo bueno que son mis hijos (porque son tan pequeños mostritos como cualquier otro niño, si quieres te los presto un rato para que veas). Escribo esto, porque ellos son un reflejo de lo que ven en casa.

Ellos van a seguir tu ejemplo

Enseñarles a los hijos que la navidad no es solo el recibir regalos no es tan difícil. Hay miles de formas que podrías usar. Pasa tiempo ofreciendo ayuda voluntaria en un refugio, no con la actitud de pobrecita esta gente que necesita mi ayuda, sino con la actitud de yo necesito aprender a dar.

O puedes hablar con tus hijos acerca de la necesidad de otros y preguntarles que quisieran hacer ellos para ayudar a otros. Te sorprenderás de sus respuestas, solo espero que sea una buena sorpresa. Pero, aun si no es una buena sorpresa es un buen momento para empezar.

Por último si no sabes donde comenzar puedes hacer un evento familiar el día 24 o 25 de diciembre (o si lo prefieres el 6 de enero) al momento de abrir los regalos, entra al internet y regala una cabra o un teléfono público a una familia necesitada.

Al regalar algo tan sencillo, no solo estás dándole de comer a una familia, pero ayudándoles a establecer un negocio. Con una cabra pueden vender leche, queso y eventualmente otros cabritos. Y con un teléfono público ellos pueden ayudar a su comunidad y generar ingresos para la familia. Es algo súper sencillo, que si lo hacen como familia les vas a enseñar a tus hijos la importancia de la generosidad, no solo en navidad, pero para el resto de sus vidas.

Hay muchos lugares donde puedes hacer esto, aquí te dejo dos posibilidades World Vision y Gospel for Asia.

Y tú, ¿Cómo celebras la oportunidad de dar?

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