¿Se refleja el amor de Dios en tus compras?

Thomas Stanley autor del libro El millonario de al lado, presenta una estadística sumamente interesante, Mas del 86% de los que manejan carros súper lujosos, no son millonarios. Cuando hablamos de millonarios estamos hablando de personas que tienen un patrimonio, que no lo deben al banco, de más de un millón de dólares. También indica que el precio promedio del último auto que compraron los que si son millonarios, fue de $31,367 [y para los que tienen más de 10 millones en patrimonio fue de $41,997].

Es fácil entender porque la gente piensa así, al ver un estudio que hizo el Wall Street Journal. En este estudio el 35% de las personas creen que para ser millonario la persona tiene que manejar un auto de $75,000 o más. Al comparar este número a los del estudio de Thomas Stanley, nos sorprendemos ya que, más del 90% de los millonarios no manejan autos de $75,000. Lo peor de todo es que no hay diferencia entre lo que piensa la gente en la iglesia y fuera. Cuando en la iglesia pensamos que la bendición de Dios hay que aparentarla, se ve solamente a través del carro que manejamos, la casa que tenemos o la ropa que vestimos, aunque le debamos todo al banco, a la financiera, al prestamista o a las tarjetas de crédito, tenemos un gran problema.

Hay tres cosas fundamentales que puedes hacer con el dinero que tienes. El dinero lo puedes gastar, lo puedes ahorrar y lo puedes dar. La Biblia nos enseña que las tres son igualmente importantes. Si compras un carro y como resultado no tienes oportunidad de ahorrar y mucho menos de dar, tus finanzas están en crisis. Ese carro no es una bendición. 1 Juan 3:17 (NVI) dice: si alguien que posee bienes materiales ve que su hermano está pasando necesidad, y no tiene compasión de él, ¿Cómo puede decir que el amor de Dios habita en él?

Nadie decide ser tacaño y no ayudar a otros. Sin embargo cuando decides comprar un auto, una casa, muebles o lo que sea que esta más allá de tus posibilidades y por consecuencia vives tu vida al borde de la quiebra, donde las entradas apenas cubren las salidas y sin ahorros. Aunque nunca lo dirías, con tu boca. Tus acciones dicen que fue más importante el carro, la casa, los muebles, etc. Que el poder ayudar a alguien más o poder ahorrar. Por consecuencia de acuerdo a 1 Juan 3:17 ¿Cómo puedes decir que el amor de Dios estuvo en esa decisión? Mi intención no es juzgarte, porque yo también he estado en esa situación, más bien me interesa que oremos y pensemos de forma diferente.

La persona que te quiere vender la casa, el carro, los muebles, etc. Solo está haciendo su trabajo y lo que quiere es comer. Te corresponde a ti siempre tener en cuenta que el ahorro y el dar son tan importantes como el gastar. Yo estoy seguro que Dios quiere bendecirte, no solamente para que puedas comprar un carro mejor, pero para que niños puedan comer en otros países y para que el evangelio pueda ser predicado al 43% de la población del mundo que NUNCA ha escuchado hablar del evangelio. Si puedes balancear estas tres áreas, gastos, ahorro y dar. El amor de Dios se puede reflejar en tus compras.

About Carlos Alvarez

  • G. Martinez

    Muy interesante y practico. Son consejos que los necesitamos hoy en dia. Gracias.

  • C. Garcia

    Super alentador y con una perspectiva eterna!

  • Cesar Ortiz

    Muy interesante el artículo, me hizo refleccionar sobre las ganas que tengo de comprarme un auto.

    • Carlos Alvarez

      Yo creo que por eso Dios me tiene compartiendo esto, es que yo necesito escuchar este mensaje todos los dias. Siempre hay algo mas que quiero comprar.