Perdonar es difícil, pero posible

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Tiempo atrás escuché un  pensamiento sumamente interesante acerca del perdón y creo que vale la pena compartirlo. El pensamiento dice así:

Toma un plato y tíralo al suelo.

-Ok.

¿Se rompió?

-Sí.

Ahora, dile que lo sientes mucho.

-Ok.

¿Volvió a su forma original?

-No.

¿Ahora entiendes?

Este es un dialogo muy profundo y muy interesante. Hay muchísimas lecciones que podemos sacar de Él. Hoy no pretendo sacar todas las lecciones posibles de este dialogo, pero quiero poder resaltar un par de ellas.

No eres perfecto y por ende cometes errores
Lo que quiere decir que es solo cosa de tiempo para que ofendas a alguien. La mejor opción es que no ofendas, pero si ofendes la segunda mejor opción es el pedir perdón. Trata a la vajilla y a la gente con mucho cuidado.

Esto no es un comentario negativo hacia el perdón
En ninguna manera este dialogo tiene que ver con algo negativo acerca del perdón. Al contrario, cuando ofendes a alguien, pedir perdón y disculparte es la mejor opción que tienes. Pero, esta opción no es mágica. El pedir perdón no quita lo dañado, simplemente ayuda a evitar que el daño continué creciendo.

Por eso, debes hacer todo lo que está a tu alcance para restaurar la relación lo antes posible y el pedir perdón, es el primer paso. Pero no puedes esperar que todo vuelva a estar como si nada hubiera pasado. Para restaurar un plato roto vaz a tener que dedicar mucho tiempo, esfuerzo y dedicación. Lo mismo va a pasar para restaurar una relación que ha sido dañada.

Toma tiempo restaurar una relación dañada
Si alguien te lastima, también va a tomar tiempo para que las cosas vuelvan a estar bien. Es probable que la ofensa duela por algún tiempo. Ahora bien, aun si la persona no te pide perdón, el extender perdón es algo que te beneficia a ti más que a la otra persona. Cuando decides no perdonar, es como si tomaras veneno para hacerle daño a la persona que te lastima.

El veneno que te tomas tú lo sufres tú, la otra persona es posible que ni se entere que tomaste veneno. Por eso el perdonar es una decisión y solamente la puedes tomar tú. No tienes que esperar a sentir perdonar. Decide perdonar, no va a ser fácil, pero es posible. En cuanto dejes de tomar veneno, vas a poder comenzar el proceso de estar bien.

Perdonar no es dejar que te pisoteen
No confundas el perdonar con el dejar que te pisoteen. Si te están haciendo daño de forma constante, lo primero que tienes que hacer es poner distancia entre tú y la persona que te lastima, para que ya no pueda lastimarte. Nunca es un acto de amor el permitir que una persona abuse de otra.